Sos, la melodia que voy a bailar, si me sumerjo en tus ojos de mar quizás un viaje pueda hacer.
Soy, el que te calma, el que te va a marear. Soy la estructura de tu libertad, yo soy hermano de tu piel.
Sos, la jugadora que debe arriesgar, vos sos la luz también sos el final, sos la que mezcla y vuelve a dar.
Y, será, que en la oscuridad no existe el miedo. Se, muy bien, los abrazos te dejan ver.
Del otro lado del mar...
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